El pintor Francisco Valencia Soler, de 87 años, falleció el martes 13 de junio en el Hospital de la Ribera, donde estuvo hospitalizado durante unos días. Aunque nació en la capital de la provincia en 1936, se mudó a Alzira desde temprana edad, siendo esta ciudad el lugar de desarrollo de la mayor parte de su carrera artística. Su madre era originaria de allí.
En Alzira, Francisco Valencia Soler trabajó principalmente en la empresa Cartonajes Suñer, donde ingresó a los 16 años en el departamento de delineantes. A partir de 1965, formó parte del gabinete artístico de esta reconocida industria alzireña, colaborando estrechamente con los pintores Vicente Sanz Castellanos y Antonio Caballer Pardenillas.
Siendo un admirador del pintor Ismael Blat, a quien consideraba su maestro, en 1973 decidió dejar la empresa para dedicarse por completo a su pasión: la pintura artística. Contó con el apoyo de su empleador y mecenas, Luis Suñer, a quien siempre estuvo agradecido. A partir de entonces, comenzaron las exposiciones en galerías y salas de España y Europa, así como los encargos, especialmente de retratos.
La obra de Francisco Valencia Soler se caracterizó por su impecable dibujo y su dominio técnico, aspectos que se reflejaban en cada una de sus creaciones. Su trabajo se difundió tanto en territorio nacional como en países como México, Panamá, Canadá y Alemania. El crítico de arte Francisco Agramunt lo describió como un artista “heredero de la gran tradición pictórica levantina, creador de un arte sereno, donde la sensibilidad y el sentido lírico se entremezclan para plasmar lienzos de sincera, serena y armónica belleza compositiva”.
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