Los ilicitanos conocen las nociones básicas para reaccionar ante una emergencia durante la celebración de la jornada RCP

La Plaza de Baix acoge todo el día talleres de primeros auxilios, simulacros de RCP y atragantamientos, prevención de conductas adictivas o charlas de cardioprotección dirigida a mayores de 50 años

La Plaza de Baix acoge durante todo el día,  16 de octubre, la Jornada RCP con motivo del Día Mundial de la Parada Cardíaca. Una iniciativa bajo el lema ‘Tengo superpoderes. Mis manos salvan vidas’ con la que mostrar a la ciudadanía cómo actuar ante una emergencia sanitaria. “El objetivo de esta jornada es concienciar a toda la población de que, ante una urgencia, hay que actuar de manera rápida y eficaz para evitar consecuencias más graves, porque cada segundo cuenta”, ha subrayado la edil de Sanidad, Inma Mora.

Durante todo el día se ha preparado una extensa programación para acercar a toda la ciudadanía las nociones básicas en primeros auxilios en la que participan el Hospital General, Hospital del Vinalopó y el IMED, además del servicio de Urgencias y Emergencias, el Colegio de Enfermería de Alicante y la Universidad Cardenal Herrera CEU.

“A través de talleres en directo se muestran las nociones básicas ante una parada cardiorrespiratoria, atragantamiento, caída, fractura, hemorragia o cómo actuar ante una situación de fiebre alta o intoxicaciones en el caso de los niños, ha señalado Mora, quien ha apuntado que todos son impartidos por profesionales del ámbito sanitario.

También se llevan a cabo charlas sobre prevención de conductas adictivas (móviles, videojuegos, redes sociales), cardioprotección dirigida a mayores de 50 años y talleres para niños sobre higiene correcta de manos, operación cole, RCP, primeros auxilios, higiene postural y fomento del ejercicio físico. Además, los estudiantes de Enfermería del CEU realizan exámenes de salud con la toma de tensión o glucemia capilar y se muestra el interior de un SAMU.

Desfibriladores

La edil de Sanidad ha señalado que en la actualidad hay 75 desfibriladores automáticos en espacios municipales como centros sociales e instalaciones deportivas, además de en la vía pública, pero el objetivo es incrementar el número y hacerlos más visibles en la calle “para que los ciudadanos se quiten el miedo y hagan uso de ellos”